LA EMPERATRIZ: EL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO DE UNA MUJER
En un espacio vibrante del arte sanjuanino, el pasado 6 de abril del 2024 se llevó a cabo la performance “La emperatriz” en el marco del evento Manso Bullicio, en el complejo El Huazi. Se trata de una serie de fotografías que retratan la feminidad. Es un homenaje al 8 de marzo que entrelaza los desafíos internos de habitar la corporalidad femenina y los paisajes de San Juan. Hablamos con Yamila Castro, una de las fotógrafas a cargo de su realización.
ENTREVISTAS
Ana Paula Avila
6/23/2025


En un espacio vibrante del arte sanjuanino, el pasado 6 de abril del 2024 se llevó a cabo la performance “La emperatriz” en el marco del evento Manso Bullicio, en el complejo El Huazi. Se trata de una serie de fotografías que retratan la feminidad. Es un homenaje al 8 de marzo que entrelaza los desafíos internos de habitar la corporalidad femenina y los paisajes de San Juan. Hablamos con Yamila Castro, una de las fotógrafas a cargo de su realización.
El proyecto estuvo conformado por las modelos y escritoras Emilia Illanes y Carla Rodríguez, y por las fotógrafas Martina Lavia y Yamila Castro. Según las autoras, el material es un homenaje al Día de la Mujer que utiliza como elemento unificador los paisajes de San Juan para evocar pertenencia. Busca mostrar la fortaleza, el empoderamiento y la sensibilidad; emociones que también habitan en una mujer. A lo largo de la conversación, Yamila destaca la importancia de ampliar el concepto de la fortaleza, además de que la obra se inspira en la triada como símbolo de la feminidad: el pasado, presente y futuro.
¿Cómo surgió la Emperatriz?
Yo quería hacer algo más colectivo, donde hubiera más de una persona trabajando, no sólo yo y una modelo. Entonces le pregunté a Marti, y me dijo que sí. Luego coordinamos con las otras chicas.
Emi es media teatral y suele comunicar bien lo que le pedís. Ella hace poses y empieza a fluir de forma natural. Con Carla habíamos hecho unas fotos hace un tiempo; ella tiene un montón de conocimientos sobre el tarot y sobre la emperatriz, bueno, sobre todo arte en general. Buscábamos retratar a la emperatriz como la mujer empoderada.
La concepción de las emperatrices, dependiendo de cada época y de cada tipo de tiempo, ha ido variando. Por ejemplo, hay una emperatriz que tiene tres cabezas que simbolizan el pasado, el presente y el futuro. La emperatriz representa a la mujer en sí, del poder que tiene que dejar de estar escondido.
Habíamos hecho las fotos, las editamos tranqui, pasó el tiempo, y entonces nos propusieron exponer las fotos en una feria Bullicio, en el espacio el Huazi. Les dije a las chicas que era una buena oportunidad para presentar estas fotos que habíamos hecho. Claro que yo solo quería hacer esas fotos por el Día de la Mujer, no tenía un propósito de exponerlas en sí. En algún momento podés participar de algún proyecto o enviarla, pero no era como “bueno, vamos a hacer estas fotos para presentarnos a esta expo”. Yo quería hacerlas para que quedara constancia de que habíamos concretado algo para el Día de la Mujer, con el fin de retratar a la Emperatriz, de la mujer, la fuerza y la sensibilidad. Se dio la oportunidad de la expo, les pregunté si les gustaría. Y bueno, fuimos a ver el espacio y les dije si les gustaba hacer una perfo, que creía que lo iba a complementar muy bien, y que se iba a terminar de entender todo, también llega de otra manera, toca como otras sensaciones. Ellas aceptaron y se juntaron, estuvieron practicándolo y vieron también tema de vestuario, porque en las fotos no es lo mismo que hacer una perfo y tener todo ese componente. Y así fue cómo surgió todo.
¿Cuál es el concepto que se buscaba retratar?
Es la mujer y el empoderamiento. En ese momento, había estado aprendiendo y entrando al mundo del tarot. Existe una carta que es la emperatriz, y ahí estuvimos analizando los distintos tipos de tarot. No todas las emperatrices en el mundo del tarot son iguales; además, existen emperatrices que no forman parte del mundo del tarot en sí.
Hicimos una conexión y lo llevamos a San Juan, a nosotras, a una emperatriz cuyana sanjuanina. Y dijimos: “bueno, podemos hacer una fusión y hacer estas fotos en espacios”. Decidimos trabajar entre las montañas con la idea de emperatriz como “mujer poderosa”, y al mismo tiempo respetar esta delicadeza y suavidad que tienen las telas.




¿Qué papel juega San Juan y el apoyo entre mujeres en la obra?
Además del proyecto fotográfico sobre el Día de la Mujer, en el pasado tuve la iniciativa de crear un grupo donde solo hubiera mujeres fotógrafas. Siento que existe competencia entre mujeres del ámbito, mucha envidia, peleas y los hombres siempre parecen tener la batuta.
Me ha pasado de ir a lugares donde ni te miran ni te saludan, porque ya existe un grupo de fotógrafos que se conocen de toda la vida. Y es como, bueno, ¿y esta quién es? ¿Entendés? Entre ellos sí hay una unión: colega, amigos, asados, etc. Entre mujeres no veo un grupo fuerte para ayudarnos, juntarnos y hacer charlas de fotografía. Me he topado con otras mujeres que tienen miedo de que les quiten su trabajo, y es comprensible, ya que han luchado mucho para conseguirlo.
Por eso, San Juan y el Día de la Mujer son puntos claves para este proyecto. Creo que en la provincia aún falta todavía mucho por deconstruir de la sociedad. La manera de lograrlo es hablando y poniendo en juicio, criticándolo. Yo creo que esa es la manera de hacer resonar un poco la cabeza de las personas que no opinan igual o que quizás nunca tuvieron el conocimiento.
Sumando a esto, yo he vivido toda la vida acá, me parece hermoso el paisaje sanjuanino. Es cierto que algunos fotógrafos y el público en general aspiran a irse a Buenos Aires o Córdoba, pero acá tenemos lugares muy hermosos para ser fotografiados. La gente dice: “¡Ay no, pero estos lugares ya están todos quemados para hacer fotos!”. Y no, no es así. Acá hay lugares muy lindos, el problema es que se quedan en la esquina, ese rincón y listo. Si tu imaginación no se aleja un poco, ahí va a quedar. Pero San Juan me parece un lugar muy hermoso, y cuánto más habrá aún por descubrir.
Hay un fotógrafo que rompe con esa frase y va a un supermercado con una modelo, empieza a hacer fotos y mueve un par de cosas, después te muestra el resultado y son fotos increíbles.
Por otro lado, me encanta la idea de poder complementar, no sólo algo estático como las fotos sino sumar otros elementos: un poema, una performance, varias intervenciones, que alguien cante en vivo, que toque un instrumento, que esté bailando. Porque si es solo ir y pegar fotos, eso se puede hacer, pero para mí el complemento es con esa perfo, esto te permite entender el concepto. En este caso, los elementos y el poema contribuyen a que se entienda el pasado, presente y futuro de la mujer, el empoderamiento. En la performance se ve el espejado como de la emperatriz con su parte sensible unidas.


Entonces, ¿podría ser la sororidad entre las mujeres una segunda hipótesis de lectura de la obra?
Sí, sí, el poder conectar también con otros seres, en este caso con fotógrafas del mundo audiovisual. Yo siempre he trabajado con hombres, o me han contratado hombres; no tengo amigas con las que trabaje, es decir, colegas. Me encantaría tener una colega con la que contar para cubrir los eventos y que los hagamos juntas. Aunque lo intento, la mayoría de las veces trabajo con hombres. Cuando las mujeres con las que colaboro son madres, sus horarios no siempre coinciden con los míos. Los fotógrafos, en general, tienen tiempos muy random y muy aleatorios, capaz te piden fotos de la noche o al mediodía, todos los fines de semana los tenés tomados, ¿viste?
¿Cómo fue la performance? ¿Qué repercusiones recibieron?
La emperatriz es como la gloriosa, la que está arriba del trono, la empoderada; pero en realidad, dentro de ella hay mucho más que solo una corona y una reina, está su segundo lado, el sensible.
En la performance sumamos la manzana y el fuego. Queríamos representar a la mujer en sí, e hicimos estas fotos y tuvimos una oportunidad para exponerlas y sumamos el poema. Ambas se veían espejadas, junto con los elementos interactúan entre ellos. Se manifestaba el mensaje: “Soy la misma persona, soy esto; también puedo ser una mujer empoderada, pero no significa que voy a dejar de lado esta sensibilidad, porque sentir y tener emociones no quita que pueda ser una mujer empoderada”. Antes de terminar la performance leímos el poema, se apagaron las luces y ellas se retiraron.
Te leo el poema: Yo pasado, de dolores varios, de amores grabados, de perdón difícil, de corazones dados. Yo presente, de pelea constante, de abrazo intermitente, de cuerpo presente, de intentos miles. Yo futuro, de sueños grandes, de deseos sinceros, de ansiedades profundas, de quererse, eso seguro. Yo, de vos, de mí, de espejo y reflejo, de encuentro sensible, de corazón valiente. Yo, pasado, presente y futuro, hace relación a también esta mujer.
El lado sensible era como si estuviera siendo parte del pasado, del presente y de su futuro; y eso lo habíamos relacionado con que seguimos siendo la misma mujer que fuimos en tiempos pasados, en el presente y lo vamos a seguir siendo en el futuro, pero bueno tomamos todo lo aprendido, lo transformamos y lo evolucionamos. Esa sensibilidad, esa delicadeza, ese empoderamiento va a existir siempre y tiene que seguir trascendiendo. La contraparte sensible estaba con las telas, transmitiendo fuerza, pero dentro de esa mujer no hay una cara dura, ¿entendés? Hay mucho más por dentro que ha logrado poder llegar a ese empoderamiento. Es mucho más complejo.


La performance estuvo excelente, muy buena. La gente se quedó sin palabras… Para ser la primera vez que hacíamos y que lo presentamos, fue como… ¡Wow!
A la gente les gustó mucho. Después nos preguntaron si íbamos a hacerlo en otros lugares. Y bueno, es cuestión de coincidir, pero a veces es difícil a veces organizar entre cuatro personas, buscar un espacio que se adapte, porque no es como meterlo en cualquier espacio, a esa perfo y a esa exposición. La idea es llevarla presentación en lugares donde el público pueda comprender la propuesta.
Y en cuanto a la exposición, ¿hay alguna experiencia que te gustaría comentar? Vos tenías esta idea de ejecutar las fotos nada más y luego se dio esta oportunidad de exposición, ¿algo que te haya llamado la atención de la reacción del público?
Mientras exponían la performance, la gente terminó de entender la idea, no estoy segura de que muchas personas se detuvieran a leer; por lo general, no suelen leer todo el tema conceptual. Fue muy bien recibida, o capaz para algunos fue una flasheada muy grande, pero...
Y esa también es una buena reacción…
Tal cual, porque hoy sí es la emperatriz cuyana, la personificada. Pero bueno, capaz para algunos fue gracioso que sea cuyana, porque por lo general el sanjuanino tiene eso también, ¿no? Como de desvalorizar lo propio. Si no lo valoramos nosotros, no lo van a valorar los de afuera.
¿Qué papel juega la luz y el color en la narrativa visual?
El tema de los colores tierra también establece una conexión directa con las montañas de San Juan, y luego permite generar el contraste de esta emperatriz sublime, que debe contrastar con esa corona dorada y esos labios rojos intensos y fuertes.
Su parte sensible tiene puesto un vestido de gasa, con transparencias, que remite a lo simple, lo armónico y liviano, evocando a la delicadeza. La tela blanca, que podría haber sido otro color, pero el blanco también es por la pureza. Y bueno, el blanco es luz, que rebota y emana luz. Ese día fuimos temprano a hacer las fotos y había mucho sol…
¿Dónde se hicieron las fotos?
Fue en el Castillito, nos empezamos a meter y a meter, hasta que encontramos un lugar cuya textura de las montañas nos gustó, y dijimos: “bueno, nos quedamos acá”.
Caminamos un montón; las chicas se vistieron y se maquillaron en medio de la montaña. Ese día hizo mucho calor; ya no nos quedaba comida ni agua.
Las primeras fotos salieron mega quemadas porque la luz del sol estaba fuertísima. Después supimos configurar la cámara para jugar con el sol y que no nos quemara las fotos, luego en la edición llevarlo a cálidos. Para mí, el tono cálido te da eso de humanidad, también ese abrazo; me gustan mucho las fotos cálidas.


AUTORA
Ana Paula Avila


El sol sanjuanino, la montaña y los colores cálidos eran importantes para hacer y el contraste tanto con la emperatriz como con su parte sensible.
¿Cómo abordaste la representación del poder femenino a través de las fotografías en contraste con otros medios artísticos?
Con las poses de poder y los gestos que connotan empoderamiento. Estás quedan registradas en la mente, es como cuando los políticos se paran de cierta manera, porque esa es la manera que tienen para transmitir seguridad y confort, o poder. En cambio, si te pones las manos en los bolsillos o las manos para atrás ya es otro el significado, cada pose tiene su connotación.
La emperatriz utilizaba poses duras, gestos bien marcados para representar el poder. Mientras que el lado sensible, jugaba con la tela, la pasaba por su cuerpo de manera fluida, delicada.
Básicamente por el lado de las poses es la manera en la que podíamos comunicarnos a través de la foto. Por eso, tienen que estar bien determinados los gestos y los elementos que acompañan, como, por ejemplo: la corona, el collar dorado, el make up. Si la pose está mal, ya hay ruido, algo no encaja.
Todo es importante, la composición, el color, los ángulos, la pose, la luz.
Si usaban colores fríos, ya era otro el mensaje…
Claro, ¿Qué está pasando con esa emperatriz si estaban los colores fríos? o sea, iba a tener otra connotación.
Con las poses y el color se transmite el reflejo entre las dos caras de la emperatriz: el pasado, el presente y el futuro…
Sí, la parte sensible es quien trabaja más el pasado, el presente y el futuro porque es la parte interna que tiene esa emperatriz, lo que está dentro de ella.
En su interior sucede todo, este ir, venir, ser y habitar como mujer en este mundo hostil.
¿Y cómo se conectan tus experiencias personales con la exploración de estos símbolos en la obra de la feminidad? Cuando decimos mujer o femenino, te puede llevar a un montón de lugares, ¿Cómo todos estos elementos que se decidieron utilizar se conectan con tus propias vivencias?
Como mujeres es complejo a veces llegar a ocupar ciertos lugares, yo lo veo en la fotografía. Por ejemplo, en los diarios la mayoría son fotógrafos hombres; en eventos, los equipos están complementados por fotógrafos hombres.
Cuando voy a cubrir, y voy con el filmador, siempre le dicen a él, ¿usted es el padre de ella? No porque yo esté a cargo de ese evento ni nada, pero es como, eres mujer, directamente no podés estar a cargo de él, que es hombre y es más grande. Y no es que esté exagerando, me ha sucedido muchas veces que he ido con mi cámara y ni siquiera me han hablado. Han querido pasar siempre por encima de mí, cuando quizás era más simple hablar conmigo y seguir trabajando cada uno en lo que le corresponde.
Todo este contexto me hizo hacer la conexión, de ver que es un poco irreal esta mujer dura, empoderada porque más allá de ser una reina tiene dentro de ella un montón de cosas que atravesamos todas como mujeres.
¿Te gustaría agregar algún comentario?
Me pareció interesante, divertido, también enriquecedor trabajar con mujeres de manera interdisciplinaria. Emi con lo teatral y la comunicación, Carla con lo artístico, Marti también con la fotografía.
Trabajar de manera interdisciplinaria es súper enriquecedor.







